Algunos materiales prehistóricos del Cerro de San Miquel de Llíria
Milagros Gil-Mascarell Boscà
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ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA
Vol XVI (Valencia, 1981)
MILAGRO GIL-MASCARELL
(Valencia)
ALGUNOS MATERIALES PREHISTORICOS DEL CERRO
DE SANT MIQUEL DE LLIRIA
Mientras se desarrollaban los trabajos y excavaciones que tuvieron lugar en el poblado ibérico de Sant Miquel de Lliria, componentes
del equipo excavador fueron paralelamente localizando y exhumando
algunos restos arqueológicos pre-ibéricos situados en las inmediaciones de aquel poblado. Posteriormente, continuarían realizándose
prospecciones ocasionales en sus alrededores, recogiéndose de esta
manera el material que la erosión, labores agrícolas o cualquier otro
accidente iba sacando a la luz. Asf, pudieron ser localizados y más
tarde estudiados unos yacimientos que se consideran como origen y
antecedente del importante poblado ibérico de Sant Miquel de Lliria (1 ).
Sin embargo, no todos los materiales pre-ibéricos procedentes de
tales yacimientos han sido ~onvenientemente publicados. Tal es el caso de los restos que motivan el presente trabajo: los hallazgos de la
vertiente Sur-Oeste del cerro de Sant Miquel y un fragmento cerámico
con decoración incisa. El interés de su estudio radica no sólo en la posibilidad de matizar nuestro conocimiento de este primer núcleo de
población pre-ibérica, sino también en poder establecer, con base documental más amplia, el proceso evolutivo que acabará cristalizando
en nuestra potente cultura ibérica.
Por otra parte, ese proceso y su cronología resulta particularmente interesante en el caso que nos ocupa, dadas las peculiaridades del
(11 Estos yacimientos son los siguientes: La Torreta, Vertiente SO. del Ceno, Cova del Cavall, El Puntalet y Collado de la Cova del Cavall.
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lugar, curioso ejemplo de pervivencia y continuidad de habitación en
un reducido espacio de terreno, continuidad que se inicia, como más
adelante veremos, en la Edad del Bronce y que llega hasta nuestros
d.fas sin aparente interrupción y sin significativas transformaciones
de su emplazamiento, que se reducen al traslado a la inmediata llanura, en época romana, de la primitiva población, que ocupaba un conjunto de c~rros (269m.), y al acceso a media ladera de la ya crecida
población medieval (2) (fig. 1).
I
VERTIENTE SO. DEL CERRO DE SANT MIQUEL
A consecuencia de las actividades desarrolladas para abordar la
repoblación forestal de la zona, apareció en la parte sudoccidental del
cerro de Sant Miquel un colijunto de materiales que fueron recogidos
por Montañana, capataz del S.I.P., y depositados en el citado organismo. Una suscinta descripción de los mismos ya fue realizada en su
momento por Plá Ballester (3), pero hasta la fecha no se les ha prestado mayor atención.
Este hallazgo, formado exclusivamente por material cer4mico,
compone un conjunto muy homogéneo. Se trata de 87 fragmentos de
los que solamente siete, caidos posiblemente del poblado de Sant Mique!, están realizados a tomo. Las restantes cerámicas, todas ellas a
mano, podemos dividirlas en dos grupos:
a) Cerámicas de superficies toscas. Por regla general, las caracterizan sus paredes gruesas, realizadas con pasta poco depurada, de
textura porosa y mucho desgrasante; las superficies se presentan sin
tratar o sólo muy ligeramente alisadas; su coloración, marrón o gris
oscuro.
Sus formas se reducen a vasos abiertos de borde curvo con ungulaciones en el labio (fig. 3,4); a cuencos de perfil de casquete esférico
(fig. 3,6); a cuencos de borde ligeramente reentrante (fig. 3,7); y a
cuencos de paredes rectas con asa de pezón que presenta incisiones
(2) Una de las razones de tan persistente mantenimiento se debe a las inmejorables condiciones geográficas del lugar (llanura de suave pendiente abierta al mar,jalonada de peque·
lias elevaciones y atravesada por el rfo Turia) y a su consiguientemente alta fertilidad agrfcola.
(3) E. PLA BALLESTER: «El problema del tránaito de la Edad del Bronce a la del Hierro
en la Región Valencian&J. V. C. N. Arq. Zaragoza, 1959, pág. 131.
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PI¡. 1
1. lloout.rlo de Sao IIJguel
2. Paotalet
3. Torreta
4. Cova del CavaD
&. Vertiente so.
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en el labio (fig. 3,2); también aparecen ollas de borde saliente (fig. 3,1)
y de borde recto (fig. 3,9).
b) Cerámicas cuidadas. Agrupamos aquí las cerámicas queposeen superficies tratadas mediante la técnica del espatulado, aunque
en ningful caso alcancen el brillo metélico que proporciona el bruñido; sus paredes suelen ser delgadas; la arcilla de sus pastas está depurada y bien levijada; y su coloración vana·entre el gris oscuro, marrón y marrón-rojizo.
Predominan los vasitos anchos, de mediano tamafto y perfil carenado. Sus bordes suelen ser bastante curvados y salientes, la carena
se sitúa en g. neral.a _
e
media &lwr.a y su b.ase es ligeramente.aplanada
{flg. 2). De ellos dos poseen asa en forma de lengüeta (fig. 2,1) o amanera de mango (fig. 2,2), situadas en ambos casos en la linea de caranación. También pertenecen a esta misma categoría dos fragmentos
de bordes curvados y salientes.{fig. 3,5) y otro más, del que sólo se
conserva parte del cuerpo.
Existe asimismo una cazuela de superficies espatuladas y paredes
rectas e inclinadas hacia el exterior (fig. 3,3) y un fragmento con asa
de cinta cuya forma resulta de dificil identificación.
Como puede observarse, este colijunto de materiales son los usuales en los complejos de la cultura del Bronce Valenciano. Así, los cuencos, tanto los de casquete esférico, como los de borde reentrante,
constituyen formas abundantes en los yacimientos de este periodo. De
igual manera, las cazuelas de paredes rectas las encontraremos en algunos de nuestros poblados {Ereta del Castellar) (4), Torrelló de Onda
(5) y Mas d'Abad (6), perdurando incluso en época posterior como así
lo testimonian los ejemplares de la Cova del Cavall {7).
· Son pues los vasos carenados los que revisten para nosotros un
mayor interés. El estudio y anélisis de algunos ejemplares nos ha permitido distinguir diversas variantes y relacionarlas con otros yacimientos de mayor riqueza. En primer lugar, los vasos de mediano tamaño con borde curvado y saliente son frecuentes en los yacimientos
(4) J . AllNAL, H. PRADES y D. FLBTCHER: «La Breta del Castellar (Villafranca del Cid,
Caatell6n)». Trablijos Varios del S.I.P. núm. 35. Valencia, 1968, Um. XV, 4 y 5.
(5) F. GUSI: «Excavaciones del recl.nto fortiftcado ·del Torrell6 de Onda (Caatellón)».
Cuad. de Preh. y Arq. Cut., l. Caatellón, 1974, p6g. 32.
(6) F. GUSI y c. OLARIA: «La certmica de la Edad del Bronce de la cueva de M~ d' Abad
(Coves de Vinromé, Castellón). Campalla arqueológica de 1975•. Cuad. de Preh. y Arq. Cast.,
3'. Caatellón, 1976, Bg. 5,6.
(7) c. MATA: «La Cova del Cavall y unos enterramientos en urnas de IJrla (Valencia)».
APL XV. Valencia, 1978, fig. 2,1.
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MATXRIALBS DB SANT MIOUBL
1
2
3
fis.
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del Bronce Pleno del Sureste y en los de la Meseta, como recientemente han se:dalado Najera, Molina y otros (8). Estos autores se:dalan
igualmente su existencia en los poblados valencianos de la Ereta del
Cástellar (9), Torrelló de Onda (10), Mas d' Abad (11) y Puntal de Cambra (12), a los que se podría a:dadir algún otro ejemplo más. En segundo término, junto a esta forma especifica, aparece en los yacimientos
de El Castillarejo de los Moros (13), Muntanyeta de Cabrera (14) y Serra Grossa (15) una variante caracterizada por poseer el cuello menos
curvo y saliente, siendo su carena media-alta, y apareciendo generalmente sus superficies sin tratar. A este propósito, Fletcher y Plá Ballester escribían en 1956 «podemos concluir que los vasos de la Muntanyeta de Cabrera se sepáran de los tipos del'Argai,.tanto por su pasta cerámica, menos depurada y sin bru:dir, como por sus perfiles, menos quebrados y con cuello corto en relación con el casquete esferoidal inferior, en tanto que los vasos característicos de la cultura argárica son bruñidos, de cuello alto y casquete inferior peque:do apuntado
y de perfil duro (16)», concluyendo en situar este yacimiento en un
momento antiguo que califican de «pre-argárico».
Si, por otra parte, analizamos las escasas fechas de C14 queposeemos para el País Valenciano y completamos estos datos con paralelismos extra-regionales, único recurso de que disponemos ante la
ausencia de estudios tipológicos y de cronología relativa, observamos
que todos aquellos yacimientos con vasitos tipo Lliria pertenecen a un
momento tardío del Bronce Pleno. El C14 del Torrelló de Onda proporciona para el Nivel m una ·fecha del 1~50 ± 190 a. C.; y para el n ,
1315 ±90 a . C. ; y el Nivel I donde los vasos carenados son comparativamente más frecuentes es situado por sus excavadores en torno al
1200 a. C. (17). Otro caso, en Mas d'Abad, el estrato inferior sin vasos
(8) T. N AJERA, F. MOLINA y otros: cLa Motllla del Azauer (DaimieL Ciudad Real). Campaila
1976t. NAB, 6. Madrid, 1979, pég. 32.
(9) Op. cit. not. 4 , Lém. xm, 3.
(10) Op. cit. not. 5, pég. 34 y 51.
(11 ) Op. cit. not. 6, ftg. 3,3 .
(12) J . ALCACER GRAU: cEl Puntal de Cambra (Villar del Arzobispo, Valencia)t. APL V.
Valencia, 1954, ftg. 12j.
(13) D. FLBTCHBR y J . ALCACER: cEl Castillarejo de los Moros (Andilla-Valencia)l. APL
Vll. Valencia, 1958, Lém. vm, 1; Lém. IX, 3.
·
(14) D. FLBTCHBR y B. PLA BALLBSTBR: cEl poblado de la Edad del Bronce de la Montanyeta de Cabrera (Vedat de Torrent-Valencia)l. TrabeJos Varios del S.l .P ., n\Un. 18. Valencia, 1956, ftg. 7,5 a 8 ; Lém. VI.
(15) B. LLOBRBGAT: cEl poblado de la Cultura del Bronce Valenciano de la Serra Grossa,
Alicantet. PLAV, nWn. 6. Valencia, 1969, ftg. 7,17 y 18.
(16) Op. cit. not. 14, pég. 53.
(17) Op. cit. not. 5, pég. 44.
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MATERIALES DE SANT MIQUEL
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carenados pero con fuentes de paredes rectas ha indicado mediante el
C14 una cronologia 1460 ±90 a. C., y con la presencia de aquellos
(18), 1010 ±85 a. C., para el estrato I/Sup. Sin embargo, esta óltima
datación ha sido juzgada excesivamente b~a por lo que se ha considerado al conjunto del nivel como perduraciones del Bronce Valenciano (19).
Fuera del área valenciana, es en la cultura de las Motillas donde
encontraremos los paralelismos más exactos con los vasos que aquf
nos ocupan (20). Sus excavadores sitóan este horizonte en un momento avanzado dentro del Bronce Pleno y a .falta de fechas absolutas
atribuyQn a los yacimiento~ gel Azuer y Palacios un de~~ollo que
iría desde el 1500 al 1300/1200 (21).
De todo lo anteriormente expuesto se desprende que los vasos carenados del tipo aparecido en Lliria se encuentran en yacimientos con
cronología tardía dentro del Bronce Valenciano. Esta afirmación, obviamente, no puede considerarse como definitiva, pues habrá que esperar a que se cuente con nuevos elementos. Sirvan en todo caso las
presentes reflexiones como punto de partida.
II
FRAGMENTO CERAMICO CON DECORACION INCISA
INTERIOR Y EXTERIOR
De las prospecciones que el señor Uriel realizara en el cerro de
Sant Miquel y en sus inmediaciones se conserva en los almacenes del
SJ.P. un fragmento cerámico que, por sus singulares características,
merece ser comentado, pese a no conocerse su lugar exacto de proce·.
dencia.
(181 Op. cit. not. 6, pég. 114.
(191 M. ALMAGRO GORBEA: cLas dataciones para el Bronce Final y la Edad del Hierro y
su problemtticu. Cl4 y Prehistoria de la PenJnsula Ibérica. Madrid, 1978, pég. 102.
(201 Op. cit. not. 8, Lém. 5,c y e.
T. N.AJERA y F. MOLINA: cLa edad del Bronce en la Mancha. Excavaciones en las Moti·
llas del Azuer y los Palacios. (Campa1ia 1974)1. Cuad. Pnlh. Gr. n-m. Granada, 1978, ftg. 7
a ; flg. 12 c.
·
•
(211 Op. cit. not. 8, pég. 35.
F. MOIJNA und T. NAJERA: d>ie Motillas von Azuer und los Palacios (Prov. Ciudad
Real)». M. M. 19. Heidelberg, 1978, pégs. 65 y 69.
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Fig. 3 (1/21
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Este fragmento corresponde al cuerpo de un vaso de forma indeterminada dadas las dimensiones del mismo (fig. 3,10). Tanto la superficie interior como la exterior se encuentran decoradas mediante
profundas incisiones realizadas con un instrumento de punta fina, resultando de la operación un surco de perfil en V. Los motivos decorativos de la cara interior lo forman triángulos contiguos y cubiertos por
un reticulado; y los de la cara exterior, diferentes ángulos opuestos
por el vértice, de los cuales dos se recubren también mediante enrejado total o parcial y el otro mediante series de ángulos. Su pasta es de
buena calidad, compacta, de color gris oscuro, la superficie exterior
~a,- sid9 ~~tad~ ~edi~t~ la t~cnica ~~! l?~do.;. ~~ .~te~~~ .simplemente alisada.
Como es sabido, la decoración a base de incisiones es un procedimiento extendido a lo largo de la prehistoria, por lo que en muchas
ocasiones hay que recurrir a la forma de la vasija o a su contexto para
poder catalogar convenientemente los materiales que exhfuen esa
modalidad decorativa. En efecto, ya en la cultura del Vaso Campaniforme nos encontramos con cuencos decorados por ambas caras y con
técnica y motivos muy semejantes a los que nos ocupan -véase a título
de ejemplo el cerro de la Virgen de Orce (22) y la Motilla de Sta. Maria
del Guadiana (23}-. Sin embargo, durante el periodo definido por la
cultur~;~. del Bronce Valenciano, la técnica de la incisión, aunque no
desaparece por completo, decae sensiblemente, a tenor de lo esporádico de los hallazgos y la pobreza de sus motivos decorativos. Yno será hasta la llegada del Bronce Final-Hierro Antiguo cuando se generalice de nuevo tal procedimiento, adquiriendo entonces esta técnica, en
algunos casos, gran variedad y perfección.
Por tanto el fragmento hallado en Lliria pertenece a este último
periodo; y no sólo por el contexto en el que aparece, sino también por
sus características formales arriba descritas. Además, los ejemplos
con los que este fragmento puede parangonarse son abundantes. Consuelo Mata, en un trabajo reciente a propósito de los materiales de la
Cova del Cavall (24) - cerámicas decoradas por ambas superficies
aunque aquí el instrumento sea de punta roma-, enumera exhaustivamente los 'yacimientos, tanto valencianos como de otras áreas peninsulares, en los que aparece este tipo de decoración. Su minucioso
censo nos evita insistir ahora sobre el particular.
(22) W. SCHULE y M. PELLICER: cEl cerro de la Virgen de Orce (Granada) 1». E. Arq.
Esp. n6m. 46. Madrid, 1966, fig. 33,4; fig. 29.10. ·
(23) Op. cit. not. 20, tlg. 13 c.
(24) Op. cit. not. 7, pág. 113.
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Sin embargo, si nos interesa destacar, que, por lo que se refiere al
Pais Valenciano, es en los yacimientos de Vinarragell (25) y Crevillente (26) en donde encontramos los ejemplos más próximos al nuestro,
pudiendo considerársele igualmente cercano el vaso de la Torre de
Foios de Llucena (27) y, en menor medida, el de Los Villares (28). Todos ellos tienen en común la complejidad y elaboración de sus motivos, la utilización del reticulado y la perfección técnica de su ejecución. Estas similitudes se nos muestran aún más evidentes si establecemos la compración con las cerámicas halladas en la Mola d' Agres,
en donde las incisiones están realizadas de modo más descuidado y
los motivos suelen ser más simples -(29).
En··consecuencia;··el" fragmento· cerámico de Lliria podríamos fecharlo en el siglo VII a. C., tal y como los ejemplares de Vinarragell y
Crevillente indican.
III
CONCLUSIONES
Lo hasta aqui dicho nos permite establecer la secuencia evolutiva
del poblamiento pre-ibérico en Sant Miquel de Lliria. Las evidencias
más antiguas de tal poblamiento las encontramos en la vertiente SO
del cerro y en el yacimiento de La Torreta (30), cuya excavación en
1947, proporcionó, entre otros materiales de menor interés para
nuestro propósito, una punta de flecha de sflex, punzones de hueso,
(251 N. MESADO: cVinlliT8gell (Burriana, Cutell6nl». Trabejos Varios del S.I.P. n úm. 46.
Valencia, 1974, ftg. 77,1; Lám. LXXIX 1 y 2.
(261 A. GONZALBZ PRATS: «Excavaciones en el yacimiento protohistórico de la Peña Negra, Crevillente (AllcanteiJ. Exc. Arq. en Esp., núm. 99. Madrid, 1979, ftg . 29,16; fig. 80, 17b
y 16a; Lém. IIIb.
(271 M. GIL-MASCARELL: cLa Torre de Foioa (IJucena, Cutell61. Elementos para su cronologf&J. Saguntum, PLAV núm. 13. Valencia, 1978, ftg. 2.
(281 E. PLA BALLBSTER y M. GU.-MASCARBLL: «Un interesante vaso de Loa Villares
(Caudete de las Fuentes, Valencialt. APL XV. Valencia, 1978, tlg. l.
(291 CENTRE D'ESTUDlS CONTESTANS: «La Mola d 'AgreSJ. APL XV. Valencia , 1978,
ftg. 7 ; Lém. m ,5 ; Lám. IV 2, 6, 6 y 8.
(30) l . BALLESTER: «La labor del S.l .P. y au Museo en loa allos 1940-1948». Valencia,
1949, págs . 129-130 ; Lám. XXXIV.
E. PLA BALLESTER: «Actividades del S.l .P. (1946-19551». APL VI. Valencia, 1967, pág.
202.
l . BALLBSTER, D. FLETCHBR, E. PLA, F. JORDA y J . ALCACER: «Corpus Vasorum hispanorum. Cerámica del Cerro de San Miguel de IJ.ri&J. Madrid, 1954, pág. 6 ; Lám. l .
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un vaso geminado, vasitos carenados bruñidos y un fragmento con
decoración incisa, hallazgos que fueron clasificados en su dfa como
pertenecientes a momentos avanzados del Bronce. Es decir, el cerro
comienza a ser inequívocamente habitado durante la cultura del
Bronce y , dentro de ella, en un momento tardfo, sin que de momento
se puedan establecer mayores precisiones tales como su cronologia
absoluta, la relación existente pese a su grán proximidad entre ambos
yacimientos, si exisUa prioridad cronológica en cualquiera de ellos, si
sus momentos finales fueron paralelos o simultáneos, etc.
Sin embargo, lo que sí parece evidente es que estos yacimientos se
r~l~ciQn~ cronológicamente con los hallazgos de la cercana Cova del
Cavall (31) cuyos inicios hmi sido 'fijados en UÍl momento no determinado del Bronce Valenciano pero cuya vida perdura hasta el siglo VII
o inicios del VI a. de C. siendo en este horizonte en el que hay que incluir el fragmento de cerámica con decoración incisa que hemos descrito en líneas anteriores.
Por lo demás, las necrópolis de El Puntalet y del Collado de la Cova del Cavall (32), con sus urnas realizadas a torno, presentan ya claras influencias m~diterráneas, aunque en la primera de ellas persista
todavía la cerámica a mano. Estas necrópolis constituyen el precedente inmediato del posterior poblado ibérico. En efecto, su momento
inicial viene fechado en cierta manera por el Lekytos de figuras negras aparecido durante las excavaciones en el Departamento 118 y
que fue considerado del primer cuarto del siglo V (33). A partir, pues,
de este momento comienza a desarrollarse la ciudad ibérica (34).
(31) Op. cit. not. 7, pég. 127.
(32) Op. cJt. not. 30 y 1. I . BALLESTBR: «Las cerámicas ibéricas arcaizantes valencianaS». Trab~os Varios del S.I.P. ndm. 10. Valencia, 1947, pég. 63.
133) G. TRIAS: cCerémica griega de la P8JÚDsula Ibérica». T. I, pég. 319. T. n, Lém. CLVII; 1 a 5. Valencia, 1967.
(34) D. FLETCHER VALLS: cSobre los limites cronológicos del a cerémica pintada de San
Miguel de Liria.t Actas de la IV sesJón de los C.I .C. Prehistóricas y Protohistóricas (Madrid,
1954). Zaragoza, 1956, pégs. 743-746.
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ALGUNOS MATERIALES PREHISTORICOS DEL CERRO
DE SANT MIQUEL DE LLIRIA
Mientras se desarrollaban los trabajos y excavaciones que tuvieron lugar en el poblado ibérico de Sant Miquel de Lliria, componentes
del equipo excavador fueron paralelamente localizando y exhumando
algunos restos arqueológicos pre-ibéricos situados en las inmediaciones de aquel poblado. Posteriormente, continuarían realizándose
prospecciones ocasionales en sus alrededores, recogiéndose de esta
manera el material que la erosión, labores agrícolas o cualquier otro
accidente iba sacando a la luz. Asf, pudieron ser localizados y más
tarde estudiados unos yacimientos que se consideran como origen y
antecedente del importante poblado ibérico de Sant Miquel de Lliria (1 ).
Sin embargo, no todos los materiales pre-ibéricos procedentes de
tales yacimientos han sido ~onvenientemente publicados. Tal es el caso de los restos que motivan el presente trabajo: los hallazgos de la
vertiente Sur-Oeste del cerro de Sant Miquel y un fragmento cerámico
con decoración incisa. El interés de su estudio radica no sólo en la posibilidad de matizar nuestro conocimiento de este primer núcleo de
población pre-ibérica, sino también en poder establecer, con base documental más amplia, el proceso evolutivo que acabará cristalizando
en nuestra potente cultura ibérica.
Por otra parte, ese proceso y su cronología resulta particularmente interesante en el caso que nos ocupa, dadas las peculiaridades del
(11 Estos yacimientos son los siguientes: La Torreta, Vertiente SO. del Ceno, Cova del Cavall, El Puntalet y Collado de la Cova del Cavall.
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lugar, curioso ejemplo de pervivencia y continuidad de habitación en
un reducido espacio de terreno, continuidad que se inicia, como más
adelante veremos, en la Edad del Bronce y que llega hasta nuestros
d.fas sin aparente interrupción y sin significativas transformaciones
de su emplazamiento, que se reducen al traslado a la inmediata llanura, en época romana, de la primitiva población, que ocupaba un conjunto de c~rros (269m.), y al acceso a media ladera de la ya crecida
población medieval (2) (fig. 1).
I
VERTIENTE SO. DEL CERRO DE SANT MIQUEL
A consecuencia de las actividades desarrolladas para abordar la
repoblación forestal de la zona, apareció en la parte sudoccidental del
cerro de Sant Miquel un colijunto de materiales que fueron recogidos
por Montañana, capataz del S.I.P., y depositados en el citado organismo. Una suscinta descripción de los mismos ya fue realizada en su
momento por Plá Ballester (3), pero hasta la fecha no se les ha prestado mayor atención.
Este hallazgo, formado exclusivamente por material cer4mico,
compone un conjunto muy homogéneo. Se trata de 87 fragmentos de
los que solamente siete, caidos posiblemente del poblado de Sant Mique!, están realizados a tomo. Las restantes cerámicas, todas ellas a
mano, podemos dividirlas en dos grupos:
a) Cerámicas de superficies toscas. Por regla general, las caracterizan sus paredes gruesas, realizadas con pasta poco depurada, de
textura porosa y mucho desgrasante; las superficies se presentan sin
tratar o sólo muy ligeramente alisadas; su coloración, marrón o gris
oscuro.
Sus formas se reducen a vasos abiertos de borde curvo con ungulaciones en el labio (fig. 3,4); a cuencos de perfil de casquete esférico
(fig. 3,6); a cuencos de borde ligeramente reentrante (fig. 3,7); y a
cuencos de paredes rectas con asa de pezón que presenta incisiones
(2) Una de las razones de tan persistente mantenimiento se debe a las inmejorables condiciones geográficas del lugar (llanura de suave pendiente abierta al mar,jalonada de peque·
lias elevaciones y atravesada por el rfo Turia) y a su consiguientemente alta fertilidad agrfcola.
(3) E. PLA BALLESTER: «El problema del tránaito de la Edad del Bronce a la del Hierro
en la Región Valencian&J. V. C. N. Arq. Zaragoza, 1959, pág. 131.
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2. Paotalet
3. Torreta
4. Cova del CavaD
&. Vertiente so.
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en el labio (fig. 3,2); también aparecen ollas de borde saliente (fig. 3,1)
y de borde recto (fig. 3,9).
b) Cerámicas cuidadas. Agrupamos aquí las cerámicas queposeen superficies tratadas mediante la técnica del espatulado, aunque
en ningful caso alcancen el brillo metélico que proporciona el bruñido; sus paredes suelen ser delgadas; la arcilla de sus pastas está depurada y bien levijada; y su coloración vana·entre el gris oscuro, marrón y marrón-rojizo.
Predominan los vasitos anchos, de mediano tamafto y perfil carenado. Sus bordes suelen ser bastante curvados y salientes, la carena
se sitúa en g. neral.a _
e
media &lwr.a y su b.ase es ligeramente.aplanada
{flg. 2). De ellos dos poseen asa en forma de lengüeta (fig. 2,1) o amanera de mango (fig. 2,2), situadas en ambos casos en la linea de caranación. También pertenecen a esta misma categoría dos fragmentos
de bordes curvados y salientes.{fig. 3,5) y otro más, del que sólo se
conserva parte del cuerpo.
Existe asimismo una cazuela de superficies espatuladas y paredes
rectas e inclinadas hacia el exterior (fig. 3,3) y un fragmento con asa
de cinta cuya forma resulta de dificil identificación.
Como puede observarse, este colijunto de materiales son los usuales en los complejos de la cultura del Bronce Valenciano. Así, los cuencos, tanto los de casquete esférico, como los de borde reentrante,
constituyen formas abundantes en los yacimientos de este periodo. De
igual manera, las cazuelas de paredes rectas las encontraremos en algunos de nuestros poblados {Ereta del Castellar) (4), Torrelló de Onda
(5) y Mas d'Abad (6), perdurando incluso en época posterior como así
lo testimonian los ejemplares de la Cova del Cavall {7).
· Son pues los vasos carenados los que revisten para nosotros un
mayor interés. El estudio y anélisis de algunos ejemplares nos ha permitido distinguir diversas variantes y relacionarlas con otros yacimientos de mayor riqueza. En primer lugar, los vasos de mediano tamaño con borde curvado y saliente son frecuentes en los yacimientos
(4) J . AllNAL, H. PRADES y D. FLBTCHER: «La Breta del Castellar (Villafranca del Cid,
Caatell6n)». Trablijos Varios del S.I.P. núm. 35. Valencia, 1968, Um. XV, 4 y 5.
(5) F. GUSI: «Excavaciones del recl.nto fortiftcado ·del Torrell6 de Onda (Caatellón)».
Cuad. de Preh. y Arq. Cut., l. Caatellón, 1974, p6g. 32.
(6) F. GUSI y c. OLARIA: «La certmica de la Edad del Bronce de la cueva de M~ d' Abad
(Coves de Vinromé, Castellón). Campalla arqueológica de 1975•. Cuad. de Preh. y Arq. Cast.,
3'. Caatellón, 1976, Bg. 5,6.
(7) c. MATA: «La Cova del Cavall y unos enterramientos en urnas de IJrla (Valencia)».
APL XV. Valencia, 1978, fig. 2,1.
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del Bronce Pleno del Sureste y en los de la Meseta, como recientemente han se:dalado Najera, Molina y otros (8). Estos autores se:dalan
igualmente su existencia en los poblados valencianos de la Ereta del
Cástellar (9), Torrelló de Onda (10), Mas d' Abad (11) y Puntal de Cambra (12), a los que se podría a:dadir algún otro ejemplo más. En segundo término, junto a esta forma especifica, aparece en los yacimientos
de El Castillarejo de los Moros (13), Muntanyeta de Cabrera (14) y Serra Grossa (15) una variante caracterizada por poseer el cuello menos
curvo y saliente, siendo su carena media-alta, y apareciendo generalmente sus superficies sin tratar. A este propósito, Fletcher y Plá Ballester escribían en 1956 «podemos concluir que los vasos de la Muntanyeta de Cabrera se sepáran de los tipos del'Argai,.tanto por su pasta cerámica, menos depurada y sin bru:dir, como por sus perfiles, menos quebrados y con cuello corto en relación con el casquete esferoidal inferior, en tanto que los vasos característicos de la cultura argárica son bruñidos, de cuello alto y casquete inferior peque:do apuntado
y de perfil duro (16)», concluyendo en situar este yacimiento en un
momento antiguo que califican de «pre-argárico».
Si, por otra parte, analizamos las escasas fechas de C14 queposeemos para el País Valenciano y completamos estos datos con paralelismos extra-regionales, único recurso de que disponemos ante la
ausencia de estudios tipológicos y de cronología relativa, observamos
que todos aquellos yacimientos con vasitos tipo Lliria pertenecen a un
momento tardío del Bronce Pleno. El C14 del Torrelló de Onda proporciona para el Nivel m una ·fecha del 1~50 ± 190 a. C.; y para el n ,
1315 ±90 a . C. ; y el Nivel I donde los vasos carenados son comparativamente más frecuentes es situado por sus excavadores en torno al
1200 a. C. (17). Otro caso, en Mas d'Abad, el estrato inferior sin vasos
(8) T. N AJERA, F. MOLINA y otros: cLa Motllla del Azauer (DaimieL Ciudad Real). Campaila
1976t. NAB, 6. Madrid, 1979, pég. 32.
(9) Op. cit. not. 4 , Lém. xm, 3.
(10) Op. cit. not. 5, pég. 34 y 51.
(11 ) Op. cit. not. 6, ftg. 3,3 .
(12) J . ALCACER GRAU: cEl Puntal de Cambra (Villar del Arzobispo, Valencia)t. APL V.
Valencia, 1954, ftg. 12j.
(13) D. FLBTCHBR y J . ALCACER: cEl Castillarejo de los Moros (Andilla-Valencia)l. APL
Vll. Valencia, 1958, Lém. vm, 1; Lém. IX, 3.
·
(14) D. FLBTCHBR y B. PLA BALLBSTBR: cEl poblado de la Edad del Bronce de la Montanyeta de Cabrera (Vedat de Torrent-Valencia)l. TrabeJos Varios del S.l .P ., n\Un. 18. Valencia, 1956, ftg. 7,5 a 8 ; Lém. VI.
(15) B. LLOBRBGAT: cEl poblado de la Cultura del Bronce Valenciano de la Serra Grossa,
Alicantet. PLAV, nWn. 6. Valencia, 1969, ftg. 7,17 y 18.
(16) Op. cit. not. 14, pég. 53.
(17) Op. cit. not. 5, pég. 44.
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MATERIALES DE SANT MIQUEL
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carenados pero con fuentes de paredes rectas ha indicado mediante el
C14 una cronologia 1460 ±90 a. C., y con la presencia de aquellos
(18), 1010 ±85 a. C., para el estrato I/Sup. Sin embargo, esta óltima
datación ha sido juzgada excesivamente b~a por lo que se ha considerado al conjunto del nivel como perduraciones del Bronce Valenciano (19).
Fuera del área valenciana, es en la cultura de las Motillas donde
encontraremos los paralelismos más exactos con los vasos que aquf
nos ocupan (20). Sus excavadores sitóan este horizonte en un momento avanzado dentro del Bronce Pleno y a .falta de fechas absolutas
atribuyQn a los yacimiento~ gel Azuer y Palacios un de~~ollo que
iría desde el 1500 al 1300/1200 (21).
De todo lo anteriormente expuesto se desprende que los vasos carenados del tipo aparecido en Lliria se encuentran en yacimientos con
cronología tardía dentro del Bronce Valenciano. Esta afirmación, obviamente, no puede considerarse como definitiva, pues habrá que esperar a que se cuente con nuevos elementos. Sirvan en todo caso las
presentes reflexiones como punto de partida.
II
FRAGMENTO CERAMICO CON DECORACION INCISA
INTERIOR Y EXTERIOR
De las prospecciones que el señor Uriel realizara en el cerro de
Sant Miquel y en sus inmediaciones se conserva en los almacenes del
SJ.P. un fragmento cerámico que, por sus singulares características,
merece ser comentado, pese a no conocerse su lugar exacto de proce·.
dencia.
(181 Op. cit. not. 6, pég. 114.
(191 M. ALMAGRO GORBEA: cLas dataciones para el Bronce Final y la Edad del Hierro y
su problemtticu. Cl4 y Prehistoria de la PenJnsula Ibérica. Madrid, 1978, pég. 102.
(201 Op. cit. not. 8, Lém. 5,c y e.
T. N.AJERA y F. MOLINA: cLa edad del Bronce en la Mancha. Excavaciones en las Moti·
llas del Azuer y los Palacios. (Campa1ia 1974)1. Cuad. Pnlh. Gr. n-m. Granada, 1978, ftg. 7
a ; flg. 12 c.
·
•
(211 Op. cit. not. 8, pég. 35.
F. MOIJNA und T. NAJERA: d>ie Motillas von Azuer und los Palacios (Prov. Ciudad
Real)». M. M. 19. Heidelberg, 1978, pégs. 65 y 69.
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Este fragmento corresponde al cuerpo de un vaso de forma indeterminada dadas las dimensiones del mismo (fig. 3,10). Tanto la superficie interior como la exterior se encuentran decoradas mediante
profundas incisiones realizadas con un instrumento de punta fina, resultando de la operación un surco de perfil en V. Los motivos decorativos de la cara interior lo forman triángulos contiguos y cubiertos por
un reticulado; y los de la cara exterior, diferentes ángulos opuestos
por el vértice, de los cuales dos se recubren también mediante enrejado total o parcial y el otro mediante series de ángulos. Su pasta es de
buena calidad, compacta, de color gris oscuro, la superficie exterior
~a,- sid9 ~~tad~ ~edi~t~ la t~cnica ~~! l?~do.;. ~~ .~te~~~ .simplemente alisada.
Como es sabido, la decoración a base de incisiones es un procedimiento extendido a lo largo de la prehistoria, por lo que en muchas
ocasiones hay que recurrir a la forma de la vasija o a su contexto para
poder catalogar convenientemente los materiales que exhfuen esa
modalidad decorativa. En efecto, ya en la cultura del Vaso Campaniforme nos encontramos con cuencos decorados por ambas caras y con
técnica y motivos muy semejantes a los que nos ocupan -véase a título
de ejemplo el cerro de la Virgen de Orce (22) y la Motilla de Sta. Maria
del Guadiana (23}-. Sin embargo, durante el periodo definido por la
cultur~;~. del Bronce Valenciano, la técnica de la incisión, aunque no
desaparece por completo, decae sensiblemente, a tenor de lo esporádico de los hallazgos y la pobreza de sus motivos decorativos. Yno será hasta la llegada del Bronce Final-Hierro Antiguo cuando se generalice de nuevo tal procedimiento, adquiriendo entonces esta técnica, en
algunos casos, gran variedad y perfección.
Por tanto el fragmento hallado en Lliria pertenece a este último
periodo; y no sólo por el contexto en el que aparece, sino también por
sus características formales arriba descritas. Además, los ejemplos
con los que este fragmento puede parangonarse son abundantes. Consuelo Mata, en un trabajo reciente a propósito de los materiales de la
Cova del Cavall (24) - cerámicas decoradas por ambas superficies
aunque aquí el instrumento sea de punta roma-, enumera exhaustivamente los 'yacimientos, tanto valencianos como de otras áreas peninsulares, en los que aparece este tipo de decoración. Su minucioso
censo nos evita insistir ahora sobre el particular.
(22) W. SCHULE y M. PELLICER: cEl cerro de la Virgen de Orce (Granada) 1». E. Arq.
Esp. n6m. 46. Madrid, 1966, fig. 33,4; fig. 29.10. ·
(23) Op. cit. not. 20, tlg. 13 c.
(24) Op. cit. not. 7, pág. 113.
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Sin embargo, si nos interesa destacar, que, por lo que se refiere al
Pais Valenciano, es en los yacimientos de Vinarragell (25) y Crevillente (26) en donde encontramos los ejemplos más próximos al nuestro,
pudiendo considerársele igualmente cercano el vaso de la Torre de
Foios de Llucena (27) y, en menor medida, el de Los Villares (28). Todos ellos tienen en común la complejidad y elaboración de sus motivos, la utilización del reticulado y la perfección técnica de su ejecución. Estas similitudes se nos muestran aún más evidentes si establecemos la compración con las cerámicas halladas en la Mola d' Agres,
en donde las incisiones están realizadas de modo más descuidado y
los motivos suelen ser más simples -(29).
En··consecuencia;··el" fragmento· cerámico de Lliria podríamos fecharlo en el siglo VII a. C., tal y como los ejemplares de Vinarragell y
Crevillente indican.
III
CONCLUSIONES
Lo hasta aqui dicho nos permite establecer la secuencia evolutiva
del poblamiento pre-ibérico en Sant Miquel de Lliria. Las evidencias
más antiguas de tal poblamiento las encontramos en la vertiente SO
del cerro y en el yacimiento de La Torreta (30), cuya excavación en
1947, proporcionó, entre otros materiales de menor interés para
nuestro propósito, una punta de flecha de sflex, punzones de hueso,
(251 N. MESADO: cVinlliT8gell (Burriana, Cutell6nl». Trabejos Varios del S.I.P. n úm. 46.
Valencia, 1974, ftg. 77,1; Lám. LXXIX 1 y 2.
(261 A. GONZALBZ PRATS: «Excavaciones en el yacimiento protohistórico de la Peña Negra, Crevillente (AllcanteiJ. Exc. Arq. en Esp., núm. 99. Madrid, 1979, ftg . 29,16; fig. 80, 17b
y 16a; Lém. IIIb.
(271 M. GIL-MASCARELL: cLa Torre de Foioa (IJucena, Cutell61. Elementos para su cronologf&J. Saguntum, PLAV núm. 13. Valencia, 1978, ftg. 2.
(281 E. PLA BALLBSTER y M. GU.-MASCARBLL: «Un interesante vaso de Loa Villares
(Caudete de las Fuentes, Valencialt. APL XV. Valencia, 1978, tlg. l.
(291 CENTRE D'ESTUDlS CONTESTANS: «La Mola d 'AgreSJ. APL XV. Valencia , 1978,
ftg. 7 ; Lém. m ,5 ; Lám. IV 2, 6, 6 y 8.
(30) l . BALLESTER: «La labor del S.l .P. y au Museo en loa allos 1940-1948». Valencia,
1949, págs . 129-130 ; Lám. XXXIV.
E. PLA BALLESTER: «Actividades del S.l .P. (1946-19551». APL VI. Valencia, 1967, pág.
202.
l . BALLBSTER, D. FLETCHBR, E. PLA, F. JORDA y J . ALCACER: «Corpus Vasorum hispanorum. Cerámica del Cerro de San Miguel de IJ.ri&J. Madrid, 1954, pág. 6 ; Lám. l .
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MATRIUALRS DE SANT MIGUEL
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un vaso geminado, vasitos carenados bruñidos y un fragmento con
decoración incisa, hallazgos que fueron clasificados en su dfa como
pertenecientes a momentos avanzados del Bronce. Es decir, el cerro
comienza a ser inequívocamente habitado durante la cultura del
Bronce y , dentro de ella, en un momento tardfo, sin que de momento
se puedan establecer mayores precisiones tales como su cronologia
absoluta, la relación existente pese a su grán proximidad entre ambos
yacimientos, si exisUa prioridad cronológica en cualquiera de ellos, si
sus momentos finales fueron paralelos o simultáneos, etc.
Sin embargo, lo que sí parece evidente es que estos yacimientos se
r~l~ciQn~ cronológicamente con los hallazgos de la cercana Cova del
Cavall (31) cuyos inicios hmi sido 'fijados en UÍl momento no determinado del Bronce Valenciano pero cuya vida perdura hasta el siglo VII
o inicios del VI a. de C. siendo en este horizonte en el que hay que incluir el fragmento de cerámica con decoración incisa que hemos descrito en líneas anteriores.
Por lo demás, las necrópolis de El Puntalet y del Collado de la Cova del Cavall (32), con sus urnas realizadas a torno, presentan ya claras influencias m~diterráneas, aunque en la primera de ellas persista
todavía la cerámica a mano. Estas necrópolis constituyen el precedente inmediato del posterior poblado ibérico. En efecto, su momento
inicial viene fechado en cierta manera por el Lekytos de figuras negras aparecido durante las excavaciones en el Departamento 118 y
que fue considerado del primer cuarto del siglo V (33). A partir, pues,
de este momento comienza a desarrollarse la ciudad ibérica (34).
(31) Op. cit. not. 7, pég. 127.
(32) Op. cJt. not. 30 y 1. I . BALLESTBR: «Las cerámicas ibéricas arcaizantes valencianaS». Trab~os Varios del S.I.P. ndm. 10. Valencia, 1947, pég. 63.
133) G. TRIAS: cCerémica griega de la P8JÚDsula Ibérica». T. I, pég. 319. T. n, Lém. CLVII; 1 a 5. Valencia, 1967.
(34) D. FLETCHER VALLS: cSobre los limites cronológicos del a cerémica pintada de San
Miguel de Liria.t Actas de la IV sesJón de los C.I .C. Prehistóricas y Protohistóricas (Madrid,
1954). Zaragoza, 1956, pégs. 743-746.
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